Laura González – El Correo. Cuestión de orgullo. El derbi por excelencia de la Margen Izquierda regresó ayer por todo lo alto a Las Llanas. Sestao y Barakaldo, las dos mejores defensas del grupo, no defraudaron, protagonizando un encuentro intenso, vibrante y muy enérgico en el que la solidez del líder terminó con la condición de invicto del feudo verdinegro. Un choque en el que las cábalas no cobran nunca sentido, todo puede pasar, pero que terminó llevándoselo quién más papeletas tenía, el conjunto visitante, gracias a su insistencia y su buen hacer en la línea de contención, lo que le permite finalizar el año aferrado a lo más alto de la clasificación, donde ha permanecido casi todo el curso. De hecho, el Barakaldo está ahora a cinco punto del Castilla de Zidane, que ayer no pudo pasar del empate ante el Talavera de la Reina (1-1).
Los de David Movilla llegaban sin apenas descanso después de dar por finalizada su participación en la Copa, competición en la que no lograron superar al Valencia, pero sí consiguieron dejar una sensacional imagen. Después de haber dado minutos ante un rival de Champions a algunos de los menos habituales, el técnico gualdinegro puso ayer en liza a casi todo su once de gala ante los sestaoarras, que afrontaban la cita con la moral reforzada tras conseguir encadenar tres victorias consecutivas y cuatro encuentros seguidos sin conocer la derrota, lo que les ha impulsado en la tabla… Leer Más