(Foto: Real Racing Club)
El Barakaldo CF sostuvo bien las embestidas locales en la primera parte, pero se cayó en los minutos finales de la segunda parte.
El once elegido por Aitor Larrazabal fue el siguiente:
Rabanillo; Gándara, Vargas, Picón, Bengoetxea; Carles Marc, Alain Ribeiro, Urkiza, Pitu, Seguín; Obolskii
Primera parte de menos a más del Barakaldo CF, que en los primeros minutos se sintió muy incómodo y no pudo desplegar del todo su juego ante la elevada presión del Racing de Santander. Los locales, por medio de Cejudo primero y de Pablo Torre después, pero sus disparos no pusieron en excesivos aprietos a Rabanillo.
A medida que avanzaba el partido el conjunto fabril pudo desplegar su juego y comenzó a pisar el campo rival en más ocasiones. Pitu y Urkiza lo intentaron con una contra que no consiguieron culminar en jugada de peligro. En el minuto 42, en una nueva internada por banda derecha, Seguín conseguía forzar el primer córner. Botado por él mismo, Alain Ribeiro lo remataba prácticamente solo en el segundo palo, pero su remate salió desviado. En el minuto 30′ Nikolai Obolskii se retiró lesionado y entró en su lugar Rubén Jurado.
La segunda parte comenzó similar, con el Baraka intentando detener las embestidas locales, que llegaban con mucho más peligro. En el 55′ Rabanillo detuvo un disparo de Álvaro Bustos que golpeó en el palo. Mediante una jugada de estrategia se adelantaron los locales en el 62′ por mediación de Martín Solar.
En la jugada inmediatamente posterior, Aitor Seguín se quedó solo ante el portero pero su contraataque fue detenido por la defensa local. Todavía con 1-0 en el marcador, el Barakaldo dio entrada a los últimos cuatro cambios. Concluyó así el encuentro:
Rabanillo; Gándara, Vargas, Picón, Julen López; Carles Marc, Aparicio; Jurgi, Bengoetxea; Jurado y Goñi
En el 79′ Aparicio pudo hacer el empate rematando una jugada ensayada botada por Bengoetxea al segundo palo. En los compases finales, Jon Ander y nuevamente Martín Solar pusieron el 3-0 definitivo en el marcador.
Nos vamos de El Sardinero con las manos vacías, pero os prometemos que vamos a trabajar para salir de esta situación. Barakaldo nunca se rinde.