Tan cerca y a la vez tan lejos. Derrota del Barakaldo Club de Fútbol por dos goles a uno ante una Sociedad Deportiva Huesca que anotó los tantos en el peor momento. Jonxa Vidal puso en ventaja a los gualdinegros al filo del descanso pero primero Guillem en el 87’, y luego Iñigo Ros en el último suspiro de la prórroga, pusieron la puntilla a un Baraka que no paró de luchar hasta el pitido final. Sueño roto.
El partido comenzó de la peor manera posible para los intereses vizcaínos. José Ramón Rodríguez, cancerbero gualdinegro el día de ayer, sufría un duro golpe a la altura del mentón cuando aún no se habían cumplido los primeros dos minutos. Tuvo que ser atendido en el césped y pudo continuar. Tras un par de jugadas, fue retirado en camilla y llevado al hospital. Una vez reanudado el juego, el bando visitante intentó llevar la manija del partido, y así dispuso de alguna ocasión que no pudo ser bien definida. Gerardo y Goti, en bandas, los más participativos.
El verdadero susto para la meta barakaldesa llegó rebasada la primera media hora, cuando, tras una gran jugada de combinación por parte local, Manolo estrelló el cuero en el larguero. Primer acercamiento peligroso de un Huesca que hasta ese momento se mostraba cauto esperando un contragolpe. Pero precisamente fue una contra de tiralíneas la que abriría la lata a favor de los de Intxaurraga: Jonxa Vidal culminaba, con un gran mano a mano, para poner el 0-1 en el marcador con el que se llegaría al descanso.
En la segunda mitad, el infortunio se iba a adueñar del partido, ya que, con tan sólo quince minutos transcurridos, Imanol Aguiar, que había salido en el descanso sustituyendo a Carro, veía el camino a vestuarios antes de tiempo. Doble amarilla. Además, era el conjunto azulgrana el que disponía de más balón y los cambios ofensivos introducidos por Luis García Tevenet no favorecían a intereses aurinegros. Guillén y Odei, los mejores. Bien es cierto que el ‘Baraka’ pudo sentenciar.
Tras aguantar media hora con un jugador menos y con la miel en los labios, el conjunto oscense forzaba la prórroga con un derechazo de Guillem a bocajarro que ‘Pato’ no pudo detener. Con uno menos, los aurinegros, ataviados con su segunda equipación, afrontaban un largo tiempo extra. Misma historia. Luego de sufrir y aguantar, Iñigo Ros remataba de cabeza una falta lateral en el 117’ que finiquitaba el partido y rompía en mil pedazos la ilusión gualdinegra.
Pese a ello, los hinchas desplazados a El Alcoraz concluyeron una ovación cerrada a los suyos tras la finalización del partido, con semblante triste pero con la satisfacción del que lo deja todo. Asimismo, el Barakaldo CF quiere agradecer a toda su afición por los ánimos recibidos antes, durante y después del partido, así como animar a todos a acudir el próximo domingo al Campo de Fútbol de Lasesarre en el Día del Txiki ante Las Palmas Atlético.
A. Garrido – Barakaldo C.F.