El intercambio de pegatinas regresó el domingo a la Margen Izquierda de la mano de los clubes más punteros de la comarca.
29.01.14 – SILVIA OSORIO – EL CORREO
La tradición de intercambiar cromos regresó el domingo a la Margen Izquierda. El Barakaldo y el Sestao, que han lanzado recientemente sus primeras colecciones oficiales, convocaron a sus aficionados para una jornada de intercambio de ‘repes’ en la que se demostró con creces, que por mucho que las nuevas tecnologías hayan comido terreno a los juguetes más tradicionales, hay actividades que los niños y mayores no están dispuestos a olvidar. Fabriles y verdinegros llevan varias semanas de auténtico revuelo -la ilusión por los colores de un equipo no entiende de edades- y deambulan frenéticos por puestos de venta de periódicos, bares y tiendas de golosinas para completar el álbum de su club.
Ambas citas resultaron un éxito. Numerosos hinchas se animaron a salir de casa el domingo por la mañana para dar con la pegatina deseada y meter un arreón a sus colecciones. Los más madrugadores fueron los aficionados fabriles, que se plantaron en la trasera de la tribuna sur de Lasesarre al filo de las 10.30 horas. La entidad baracaldesa había citado a sus seguidores en los prolegómenos del duelo que enfrentó a los hombres de Zurimendi contra el Getafe B. «Tengo ‘repes’. ¿Quién cambia?», «’¿A alguien le ha tocado el número 20 del femenino?», fueron algunas de las frases más escuchadas de la mañana.
Los seguidores, ataviados con bufandas y elásticas gualdinegras, llegaron con sus listas y tacos de cromos bien ordenados. No había tiempo que perder. Rubén e Inma, una pareja de Barakaldo, tenían una lista con los números de los jugadores que aún les faltan para ir tachando. «Hemos conseguido 7 nuevos. Pero el de Orbegozo no sé que pasa que no sale. Está bastante complicado conseguirlo y es de los más cotizados», comentaban. Ellos negociaron con Aitor Santa Eufemia, un joven vecino del municipio vizcaíno que consiguió completar casi toda la página dedicada al conjunto femenino.
Hasta en los entrenamientos
Otros como Txetxu Martínez y su pequeño Daniel, de 9 años, han optado por unir fuerzas y coleccionar juntos. «Compramos unos 5 paquetes a la semana. Es bonito tener un recuerdo de los equipos de este año», explicaban padre e hijo, a quienes sólo les faltan 19 fotos para terminar la serie. Algunos de los niños que se congregaron también forman parte de la colección, pues son jugadores de fútbol base y aparecen en el álbum. Unai, Hugo y Mikel del equipo Benjamín del 2000 también acudieron a la reunión para hacerse con las pegatinas de sus colegas de vestuario. «Nos ha hecho mucha ilusión vernos en la foto. La mía fue una de las primeras que conseguí. ¡Aquí estoy!», exclamaba Hugo entusiasmado.
Después del alboroto fabril, Sestao tomó el testigo. En torno a las doce del mediodía, niños y padres se reunieron en una esquina de la Plaza San Pedro para negociar las preciadas instantáneas. Montse, una vecina de la localidad sestaotarra, y José Miguel, que acudió con su crío, Daniel, de 11 años, hicieron buenas migas y cambiaron un total de 4 unidades. «Estamos todos encantados. Niños y padres estamos como locos», señalaba la mujer. En otro grupo de coleccionistas se encontraba Unax Alonso, que ya apunta maneras a sus 9 años en el Benjamín A. Aún le falta un buen trecho para completar el álbum -más de 100 cromos-, pero el domingo se deshizo de un buen porrón de ‘repes’. «Una semana compro 6 sobres y a la siguiente no porque los cambiamos en los entrenamientos», explicaba. Otros muchachos, algo más vergonzosos, tiraban del padre para compartir sus pegatinas. «¿Tenéis el 223?», preguntaban. Ninguno de los presentes contestó, así que lo tendrán que buscar en la próxima quedada.